02 agosto 2010

Sin dudas mañana.

¿Y ahora que me pedís? Porque de lo abstracto ya me cansé ni hablar de los suelos en los que me he apoyado todo este tiempo, que sin duda son bastantes. Por lo menos todos los que hemos compartido. Para que hablar de las noches desenfrenadas, en las que me iba sola y en la cama aparecías cuando solo cerraba los ojos. Los detalles no me salen pero si los unimos serían las noches perfectas que tal vez ambos compartimos sin saberlo cuando nos ahogábamos con las sábanas para creernos mucho más cada fantasía.

Fantasía de dos desconocidos que conocidos sin embargo, se encuentran en un lugar especial, que solo promete ser cómodo por lo menos para un fin compartido. Sin romanticismo ni charlas redundantes, porque ya demás se ha hablado, se ha discutido y se ha cerrado la puerta para no volver.

Entre euforia y competencia por quien aguanta más, como siempre, la carrera contra el tiempo y la anacronía de las presencias-ausencias que se han convertido en el denominador común de todos los “momentos”.

Con los brazos abiertos la lucha es implacable con un empate de orgullos que lentamente se van derritiendo, sin metáforas mediantes. La ropa se funde como si el calor de adentro la quitara a arañazos, si fuesen uñas pensaría que son garras.

Y ahora ahí estás. Agotado de tanta saña, desparramado en cuerpo y conciencia entre las sabanas que no distingo. Porque ahí te tengo entre mis piernas, vacío de soberbia y cansado de fingir.

Como un deja vú, te tengo en el pecho como sos. Ya no sos lo que decís ser aunque me pareció imaginarte así, hace mucho cuando todo era imposible y las ganas siempre tenían algún reservorio más o menos oculto. Ya no hace falta mirarnos durante horas inmóviles atentos a los movimientos mutuos, ya estas acá.

Estoy porque te tengo acá, justo donde quiero, porque me sentís y me respiras de cerca. Justo donde queres.

Porque ya me sé el final…

Porque mañana no sé qué locura estaba pensando ayer.

Porque mañana te arden las uñas en la espalda.

Porque mañana te llamo y te doy la revancha.

No hay comentarios.: