25 noviembre 2006

09 noviembre 2006

Me opongo una y mil veces

Es dificil oponerse a algo sin fundamentos.
Yo nunca tuve fundamentos reales, pero sí un par de reflexiones que me hacen actuar impulsivamente, generalmente que no llevan a nada o a muy poco.
Me opongo a muy pocas cosas, pero con las que no estoy de acuerdo son las peores.
¿Por qué dejaste las cosas pasar pensando que en algún momento se le iba a ser imposible no estar cerca tuyo?
Porqué a veces demostras la soverbia de la que tanto te quejas. Hacés con él lo que no haces con los demás y un día vas a dar una vuelta y te lo cruzas, claro, acompañado. Acompañado.
Y te revienta verlo. Acompañado. Y está cada vez más lindo. Más lindo que antes, que ayer.
Pero acompañado. Demasiado acompañado.
A eso me opongo, a que me digan que lo vieron con ella. Que estás más feliz que nunca.
Me opongo una y mil veces a saber algo más de su vida, a no poder hacer nada, porque no se puede. Porque no es correcto, porque está acompañado.
Me opongo una y mil veces, una y mil veces a tener fundamentos para olvidarlo.
Entonces...
Me opongo una y mil veces a él porque creo que tengo más fundamentos que nunca.