Buscando tocar paredes y sin sensibilidad en la punta de los dedos. Tocaban lo simple, sencillo, fácil y era divertido. Siempre conocían cosas nuevas pero no lo que buscaban.
Buscaban mirar la claridad en lo más oscuro. Cuerpos amorfos pero perfectos desviaban los sentidos y engañaban las miradas. Porque era fácil conseguirlos, se exhibían promiscuamente y que más daba ser uno más en el mundo.
Pieles aterciopeladas tentando huellas digitales casi borradas que necesitaban saciarse...
Un mundo desastrosamente accesible frente a los ojos y que en un punto actuaba como drogas intravenosas que no aguantan la ansiedad.
Buscando besar rostros hermosos, suaves, encontraban que tras ellos no había nada. Era una simple cavidad hueca y actuaban como abandonados maniquíes en un vidriera. Tan hermosos y tan falsos. Y eso fue tan importante un tiempo...
Labios quemados, quedaron del pasado y ahora empiezan a cicatrizar.
No sienten nada más... es el castigo por encontrar tantas (bellas) imperfecciones en una persona y todavía esos cuerpos (cada vez más imperfectos) no se acostumbran.
Pero nada importa, porque todo se cura... y ahora son personas del otro lado de la mesa esperando acá o allá cada vez más cerca... ¿¿ó cada vez más lejos??
