21 julio 2007

Hay algo cierto en lo que decís,
todo es sincero.
Lo mío no. Atrás de mis palabras hay orgullo,
soberbia y deducciones.
Nada afirma que lo tuyo sea cierto,
lo mío tampoco.
Pero vos lo decís
yo lo oculto.
Lo tuyo es obvio,
lo mío es casi un mito.
Vos te entregas,
yo no me arriesgo.
Vos querés,
yo miento.
Vos te expones en cuerpo entero,
yo me inhibo y escapo.
Vos gritas,
yo susurro y callo.
Vos te reís,
yo te imito.
Vos balbuceas,
yo te respondo.
Vos no sabes,
yo te quiero.
Vos ganas,
yo pierdo.

18 julio 2007

Aprendí que nada que salga de tu boca es relevante. Tantas sutiles palabras solo para apretar un poco más el nudo en el cuello. Si esperamos un gran perpetrador de cri­menes no concluidos que mejor que una demostración de lo descocado que podes ser cuando el mundo ya no gira alrededor tuyo o más aún cuando inconcebiblemente sos uno más. Y eso por automalcriarte. Por mirar cada mosaico que pisabas y chocarte todo hasta la pared que ahora te puse en el camino. Tú inconstancia de estar presente en la ausencia pero no porque uno quiera. Pero es discurso repetido y cansado estarás de escucharlo, si acaso no me defraudas en esto tambien, y yo de decirlo. Reconozco que esas actitudes hacen que seas lo que sos. Un compulsivo soñador que cae e inhibe todos sus deseos pero que alguna vez tomo envión, pasó por delante mí­o y la agarró de la mano jugandose í­ntegro. Y me alegra. No hay cobardí­a en eso­ o no la había. Cambian algunas imágenes que uno tiene de la gente pero el tiempo es corto y algo se desmorona y todo vuelve a la normalidad. Para peor. Siempre para peor.


Nota: Nada personal, mas para aquel que lo quiera tomar en esos terminos, el autor lo deja a su criterio, como siempre.

09 julio 2007

Parada en el centro de la noche mareada por las luces que llegan desde algún lugar. No muy lejanas dilatan las pupilas y queman.
Sola acá y allá.
Con compañía que no acompaña. De relleno que a veces es lastre.
Solucionando causas perdidas, que se esfuman con el tiempo.
“Tanto tiempo perdido” y sin victorias adyacentes.
Todos lejos de sí. Se los observa felices pero no es real, nada es real.
Palpitación de algo dentro de mí, algo que había terminado en el cambio de dos estaciones.
Sin perfumes. Sin contacto. Sin palabras.
No veo nada, el inconsciente habrá bloqueado todo lo que quería ver.
Quería.
Presencias se sienten más allá. Porqué se que estás como también vos.
Porqué cuando hablas sabes quien soy y que no hay una sola cosa que haga recordarte.
Y crees saberlo todo cuando estás tan lejos. Como yo lo estaba.
Y sos un nombre con apellido… sin cuerpo tangible, ni alma ni amores.
Es todo lo que fuiste, sos y serás al no admitir que no hacen falta besos para abrirte al medio y mirarte sin lupa.
Sin admitirlo, vas a tener mi odio y mi amor. Todo falso, imaginario.
Lo mismo vas a sentir.
Porque si no lo decimos vamos a gastar el mismo oxígeno una y otra vez, y va a ser lo único que compartamos.
Pero esto es tan falso como todo en lo que estás. Nada tuyo tendría que tener sentido más allá de vos. No para mí.
Yo no soy nada en esto y vos tampoco.
Ahora compartimos nuestra propia ausencia.
Felicitaciones.
Un paso… es… un paso.