Es un día fuera de lo normal: salgo de la rutina. Caminar por Callao un domingo no es lo más divertido pero mucho mejor que quedarse en casa, cuando no hay nada para hacer.
Tal vez, esto es lo más directo que puedo escribir hoy... sin metáforas y sin dobles sentidos.
Cuando escribo no hay mentiras, y quién se atreve a pensar que son verdades...
No importa, el caso es que un día como este puede deparar en cualquier cosa. La vida cambia de un minuto a otro y hoy supe que en menos de un segundo y sin anestesia también puede partirte al medio. Y creo que no es la primera vez, ni va a ser la última.
Nunca jugué con la suerte de principiante en cuestiones de jugarse por algo o por alguien... o sí pero lo dejé para el final... y en el final todo había cambiado.
Ya no estaba en Callao, al contrario, era demasiado lejos. Tanto que me perdí.
Se que a veces no soy yo, pero todo ayuda para tratar de reprimir lo que uno es. Pero tarde o temprano vuelve y vuelve y peor cada vez...Sin dudar, cuantas veces dije que en esta vida uno nace, "vive" y muere.
Pensando que cuando uno nace le regalan la vida y de ahí hace lo que quieras con ella, hacela bolsa o vivila, sabiendo que en un momento todo se derrumba y quedas tres metros bajo tierra y cuando se acuerdan, si alguien lo hace, te pone flores.
No sé porque en un momento creí que podía cambiar a la gente como si fuera un caso de vida o muerte para que vivan. Y no me parece mal, el tema es que después no salí ilesa y ahí es cuando uno piensa que ya cumplió su ciclo... pero aparece otro y otro y así se va la vida. La de uno, los otros siguen adelante, sin agradecer lo que les diste. Clin/ caja. Siguiente!!!
Y no entendieron que cuando aprendieron, dejaban a alguien atrás que quería aprender más de ellos porque los había aprendido a querer como nunca se hubieran imaginado.
Ahora camino por Córdoba, sin mirar a los costados porque sería un castigo. Doblo en Ayacucho y sigo y sigo y sigo. Escribo sin interés de sorprender a nadie. Porque esto es escribir como cuando era chica, escribiendo y tirando hojas hasta que quede reflejado lo que siento.
Sentirse hastiada por un momento e imprimir caídas que cuestan levantar.
Los autos pasan, se van y el silencio... y me pregunto si no les deje algo dentro suyo para sentir alivio y tener ahora más que nunca mi propia vida.
Lamentos de medianoche transforman tus ojos pardos en oscuras cavidades vacías.
