02 noviembre 2008

¿Buscar qué?

Dejar de buscar bajo la cama, la alfombra pegada al suelo. Dejar de buscar.

Buscar en los cordones de las calles, en las vías del tren, en las masetas de las plantas.

Dejar de buscar.

Buscar en ceniceros, en los rincones húmedos del baño y en los almohadones de los sillones.

En las risas de los amigos, que me miran escandalizados por mi persistencia.

No es la pieza del rompecabezas ni el capuchón de una lapicera.

Sos él que de vez en cuando me recuerda a lo que era.

Los viejos (remasterizados)

Es la desesperación de terminar la semana y las ganas de tirarme a la cama.

Es la necesidad de tralquilidad pero acá se potencia.

Y esto antes se superaba... con un cigarro. Ahora no hay nada.

Y las ganas de prender uno, tirar el humo y volver a estar en la misma.

Porque el sillón nos espera enfrente de la tele para drogarnos un poco más.

Para estupidizarme un poco más.

Porque cuando pienso, no pienso. Maquino.

Y cuando maquino, no razono, me hundo. No en desesperación, es espera.

No de amor.
No de sed.