Y PASARON......

Pasó un mes. Pasaron treinta tardes y treinta noches en la gran ciudad. Pasaron horas, minutos y segundos.
Sus vidas iban perdiendo tiempo. Miraban televisión, escuchaban la radio. Ponían y sacaban una y otra vez esos CDs que los unían. Cuando se daban cuenta que sus fantasmas estaban rondando nuevamente, corrían a la heladera. La ansiedad de verse los consumía.
Había cambiado ya 4 veces los juegos de sabana después de su último encuentro, y no terminaba de entender porque el perfume de ella, tan caracteristico por la mezcla de chocolate y almendras, seguía impregnado. ¿Porqué estaba en todas las sábanas se preguntaba? En cierto aspecto no lo quería recordar.
Ella hacía 3 semanas que tenía una remera de él guardada en el placard. Moría por llevarsela porque le traía recuerdos. Esperaría la hora en la que él se iba a trabajar y se la dejaba debajo de la puerta de su departamento junto a las llaves que él le había regalado hacía dos años cuando oficializaron la relación.
Ahora están mejor. Ninguno cree que un clavo saca al otro.
Pasaron 7 meses y se encontraron.
-Hola
-Hola, como estas?
-bien, bien
-bueno, nos vemos entonces