No pretendo que me entiendas porque ni yo me entiendo. Tal vez esperabas algo más de mi. Decirte todo lo que te digo por esa estúpida caja que entre todas sus funciones me sirve como un medio para llegar a vos. Un "hola" es muy poco. Una charla es demasiado. La ansiedad me carcome.
Quiero estar con vos cuando te vas. Te quiero dejar cuando te tengo en frente.
Toda una noche de angustia. Solo consolandome con que la próxima vez lo voy a lograr. Todo esto no me sirve de nada.
Me encantaría olvidarte pero no quiero porque me ayudaste a crecer a distacia.
Me diste la posibilidad de retarte, de hacerte reír. Más de uan vez te levante el ego y otras veces a frustrarte.
No sé si te quiero, si me gustas. No sé nada.
Hoy es otro día. El día después. En frío pienso que pude haber terminado con vos.
Ya no te puedo comparar con ese muchachito lider de una banda de rock, porque ni él puede congelarme la sangre cuando lo veo, cuando lo escucho como cuando lo hago con vos.
A veces me canso de este autoflagelo recurrente.
Ya no te quiero hablar via cables. Ya es hora de que cambie. Que cambie todo.
Todos recuerdos de lo que nunca fue. Recuerdos acortados. Recuerdos camuflados por los sentimientos, por las broncas, por el inconciente.